Los síntomas de daños por frío, son muy
diversos, pero característicos y afectan, normalmente, a todas las
variedades que se conservan en cámara, en mayor o menor grado. Dependen
fundamentalmente de:
- La especie y la variedad.
- El espesor de la corteza.
- La temperatura.
- El período de conservación.
Las causas de estos síntomas, parecen
ser:
- La escasa disponibilidad de oxigeno a
nivel de célula.
- La poca ventilación de las cámaras.
- Las bajas temperaturas, etc.
Y pueden evitarse o al menos,
reducirse:
- Conservando cada variedad a su
temperatura y durante el tiempo indicado.
- Preparar la cámara (limpieza y
desinfección) y mantenerla, con una buena renovación de aire.
- Lavar, seleccionar y encerar los
frutos antes de iniciar su conservación.
Además de los puntos señalados
anteriormente, hay otros, que reducen los daños por frío, que afectan a
los cítricos, entre ellos citaremos:
- La proporción de azúcares reductores
en el fruto, la fruta madura es más resistente a los daños por frío.
- La cantidad de agua del fruto, al
situarlo en la cámara, cuanto más elevada sea, menor será el daño.
- La correcta manipulación de las
distintas variedades, evitando golpes, heridas, coger la fruta a
"tirón", etc.
Para minimizar los problemas, tanto de
frío como de patógenos en la frigoconservación, es necesario adoptar una
serie de medidas, que año tras año demuestran su utilidad.
- La fruta no debe ir directamente del
campo a la cámara de frío. Debe permanecer 2-3 días en el almacén,
después de tratarse con algún fungicida y pasarla por la línea de
tratamiento, eliminando todos aquellos frutos, que presenten heridas
visibles o síntomas de podrido, ya que, los que tienen heridas visibles,
serán en más o menos tiempo, un podrido prácticamente garantizado y
aquellos que tienen síntomas de podrido, son un foco de infección para
los restantes frutos.
- La fruta, al pasar por la línea, debe
encerarse con una cera de bajo contenido en sólidos, que recubra
perfectamente los frutos, ya que contribuye a reducir, la respiración y
transpiración del fruto, protegiéndolo de las posibles oscilaciones de
temperatura y del propio frío.
- La cera, debe incorporar en el
recubrimiento del fruto, fungicidas capaces de controlar los problemas
de podrido más habituales, durante la conservación como Penicillium sp,
Botrytis, etc.
- Las cámaras y envases de la fruta,
deben estar limpios y desinfectados previamente.
- Es necesario, vigilar periódicamente
la fruta, por si acaeciese cualquier anomalía.
La manifestación de los daños por frío,
se produce en la propia cámara de conservación, después de un cierto
tiempo en la misma (de ahí, el vigilar periódicamente la fruta). El
riesgo de aparición de síntomas, es tanto mayor, cuanto mayor es el
tiempo de permanencia en la cámara y más baja sea la temperatura.
Estos síntomas, se manifiestan
abiertamente, cuando la fruta se transfiere a temperatura ambiente,
aunque no se hayan podido ver, mientras la fruta permanece en la cámara.
Las bajas temperaturas y la
susceptibilidad varietal, son fundamentales para la aparición de los
daños por frío, sin embargo, hay otros factores, que influyen en la
tendencia a dicha manifestación, como:
- El momento de la recolección.
- La zona de cultivo (condiciones
climáticas y culturales).
- El tamaño del fruto, en general, son
siempre más susceptibles los calibres más pequeños.
- La posición en el árbol, son más
propensos a los daños por frío, los recolectados en la parte externa.
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