23.6.1.02.- Botrytis.
Con el nombre genérico
de Botrytis, se designa al hongo Botrytis cinerea, conocido también,
por podredumbre peduncular. Es un hongo muy polífago, parásito
latente y de heridas a la vez, la contaminación, puede producirse
durante la floración o después de la recolección, también puede
aparecer como parásito secundario. En su fase final, la superficie
afectada, se cubre de un fieltro grisáceo.
Sintomatología
- En campo:
Se
manifiesta desde finales de junio, a nivel de la cavidad ocular,
como una decoloración, que posteriormente se convierte en una
mancha marrón, de poca dimensión y que evoluciona poco.
- En conservación:
Es una
podredumbre marrón, que evoluciona rápidamente, de consistencia
blanda, a veces, con las lenticelas aureoladas de un color
marrón-rojizo.
Desarrolla una
masa algodonosa, blanca en la oscuridad, que se vuelve gris a la
luz.
Los frutos
alcanzados por el hongo, contaminan los sanos, por simple
contacto de unos contra otros, provocando focos de podredumbre.
Normalmente las
cavidades carpelares, se recubren con masas algodonosas de color
gris.
A veces la
aparición de puntos negros, en la zona atacada por el hongo,
pueden servir como áreas de acumulación, de órganos
reproductivos del hongo.
La zona afectada,
presenta contornos difusos, pero permanece turgente y sin
depresiones.
La pulpa del
fruto afectado, tiene un sabor muy ácido.
El desarrollo
del parásito es muy rápido, pudiendo a 20ºC invadir todo el
fruto en 8-10 días.
Propagación
- Este hongo, se
halla presente en la naturaleza, sobre cualquier soporte
orgánico y particularmente, se conserva en las rugosidades de la
corteza de los árboles, bien en forma de micelios (conjunto de
filamentos que constituyen un hongo) o también en forma de esclerocios (aglomerado de micelios).
- La emisión de
conidias (esporas de origen asexual) se realiza durante la floración,
cuando la humedad ambiente es favorable y bien la lluvia o el
viento o ambos, se encargan de su dispersión.
- Las esporas,
germinan en presencia de agua, sobre las cicatrices florales y
provocan la infección de la zona calicina, el “ojo” del fruto.
- La infección de
la zona calicina, raramente evoluciona a podredumbre durante la
conservación, como mucho, aparece en la zona carpelar, una masa
algodonosa, que a veces puede dar lugar a una podredumbre, en el
corazón de los frutos.
- En los locales
de almacenamiento, incluso estando presentes las esporas, no
pueden contaminar los frutos, si éstos no tienen heridas. Por el
contrario los micelios del hongo en contacto con un fruto sano,
pueden penetrar a través de sus lenticelas y provocar su
podrido.
- Realizada la
contaminación de un fruto sano, la evolución de la podredumbre
es rápida, salvo si dicha infección, se realiza a nivel de la
zona peduncular, en cuyo caso la enfermedad puede permanecer
latente.
Factores que favorecen
el desarrollo
- La recolección
precoz, favorece el desarrollo de este hongo, durante la
conservación frigorífica.
- Las lluvias, en
época de floración.
- Frutos con
heridas, durante la recolección o producidas por granizo, durante
la vegetación.
- Elevada humedad
relativa durante el estocaje.
- Residuos de
frutos afectados, bien en los palots, las cajas o en los locales
de acondicionamiento.
- Los calibradores
por agua, en las cintas transportadoras.
Medidas profilácticas
a) En campo
- Reducir las
fuentes de infección, en las plantaciones.
- Proteger las
heridas, que pueden tener los frutos, con productos
cicatrizantes.
- En las parcelas
con riesgo y si las condiciones de humedad del aire son
favorables, realizar tratamientos preventivos, en el estadio
vegetativo G-H.
b) En la Central
- Desinfección a
fondo de las cámaras de frío y del resto de los locales de la
Central.
- Eliminar
cualquier residuo de frutos afectados por el hongo, en cajas,
palots, útiles de acondicionamiento, etc.
- Eliminar los
frutos heridos, antes de su entrada en las cámaras de frío.
- Renovar el agua
de los drenchers.
- Vigilar los frutos durante su conservación, para evitar que se
formen focos de podrido.
- Recordar, que
los tratamientos postcosecha, son poco eficaces contra esta
enfermedad, sólo las medidas profilácticas pueden reducir los
riesgos.
Lucha química
indirecta
- Tratamientos con
fungicidas sistémicos, a la caída de pétalos
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