ENFERMEDADES DE LA FRUTA DE PEPITA

 

FACTORES PRINCIPALES

23.6.2. ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR BACTERIAS.

 

En este grupo de enfermedades, consideramos principalmente dos, que son las que afectan seriamente a los cultivos del manzano y peral.

 

Se trata del:

- Fuego bacteriano, producido por la bacteria Erwinia amylovora.

- Desecamiento bacteriano del peral producido por Pseudomonas syringae.

 

23.6.2.1.- EL FUEGO BACTERIANO.

Es una enfermedad grave en la zona donde aparece.

 

Sintomatología.

Necrosis y ennegrecimiento, de los órganos alcanzados por la bacteria, ramilletes florales, flores, brotes, que se curvan en forma de cayado, ramas y frutos, que se momifican siendo todavía jóvenes.

Producción de un exudado en forma de gotitas, de un líquido pegajoso, blanco o amarillento que se convierte después en ambarino.

La coloración marrón-rojiza de los tejidos próximos a la corteza, de la zona necrosada, son la consecuencia del fuego bacteriano.

Normalmente esta afección, progresa hacia las partes más viejas del árbol y forma chancros desde la periferia hacia la base de la planta, más rápidamente en el peral, que en el manzano.

Propagación.

Las bacterias permanecen, durante el invierno en los chancros procedentes con frecuencia, de contaminaciones tardías, difíciles de localizar.

En primavera, el inóculo se produce bajo la forma de exudado y su diseminación, está asegurada, por la lluvia, el viento, los insectos, los pájaros y los útiles de poda, penetrando las bacterias, por las flores, los brotes jóvenes y las heridas.

Factores que favorecen el fuego bacteriano.

- Las variedades sensibles de peras y manzanas y la presencia de plantas ornamentales, que sirven de plantas huéspedes, para la transmisión de la bacteria, ( espinos, serbales…).

- Las condiciones climáticas:

- La temperatura durante la floración, siempre que sea superior a los 21ºC.

- Las condiciones climáticas en el período de crecimiento, tormentas, lluvia o granizo.

- Las segundas floraciones, especialmente en el peral.

- Los abonados, con exceso de Nitrógeno.

Medidas de protección

- Destruir sistemáticamente, los focos de contaminación de las plantaciones y su entorno.

- Controlar el material vegetal utilizado, para evitar la introducción de la enfermedad.

- Vigilar sistemáticamente la plantación, sobre todo en período de riesgo.

- Suprimir y destruir las partes afectadas, cortando a unos 70 cm. por debajo de la zona, donde se ven los síntomas.

- Desinfectar todos los instrumentos utilizados en la poda, con los productos bactericidas, alcohol o pasándolos sobre una llama, antes de pasar a otro árbol para podarlo.

- Tratar después de la recolección, a la caída de hojas y de nuevo antes del desborre.

Renovar los tratamientos, después de una lluvia unos 20 mm. o inmediatamente después de una granizada.

Tener cuidado, con la aplicación de ciertos productos durante la floración, porque pueden ser fitotóxicos en esta época.

 

 

23.6.2.2.- DESECAMIENTO BACTERIANO

 

Producido por Pseudonomas syringae, presente en numerosos vegetales, puede también producir daños en el peral.

 

 

Sintomatología.

- Necrosis y desecamiento de los brotes florales, que no llegan al desborre y mueren.

- Desecamiento de las flores, en las que aparecen, unas manchas negras sobre el cáliz, el receptáculo y el pedúnculo.

- Los frutos jóvenes, se ennegrecen, secan y caen. Si hay ataques tardíos de Pseudomonas, pueden producir necrosis internas y deformaciones sobre los frutos, que haya en el árbol.

- En las hojas, aparecen manchas marrón oscuro, de algunos milímetros, rodeadas por un halo rojizo. Las manchas pueden juntarse y transformarse en placas negras.

- Sobre el tronco, las ramas y los ramos aparece en la corteza, un chancro característico, que produce la separación, de la misma con facilidad en láminas finas.

Propagación.

Las bacterias, se encuentran de forma natural y a veces abundantemente, en la superficie de las hojas, flores y frutos, incluso sin síntomas visibles.

Se instalan en los brotes, en el momento de su formación y se mantienen allí, desde el final del verano, hasta el final del invierno siguiente.

Si las condiciones son favorables, las bacterias pueden provocar heridas en el interior de los brotes, favoreciendo de esta manera, su penetración en los tejidos y el desarrollo de la infección.

Los síntomas, son visibles al desborre, aunque las poblaciones de bacterias, se desarrollan activamente, de abril a junio.

Factores que favorecen su propagación.

- Elevado contenido de agua de los tejidos, durante la parada vegetativa de los árboles, unido a un otoño lluvioso o un exceso de riego.

- Heladas en primavera, después de un invierno suave.

- La sensibilidad varietal.

- El exceso de Nitrógeno, en la fertilización.

Medidas de protección.

- Evitar los riegos tardíos.

- Limitar las aplicaciones tardías de nitrógeno.

- Tratar en primavera y al final de la inducción floral, para rebajar la población bacteriana.

 

 © www.fomesa.net