ENFERMEDADES DE LA FRUTA DE PEPITA

HONGOS PARÁSITOS DE HERIDAS

 

FACTORES PRINCIPALES

23.7. ENFERMEDADES DE CONSERVACIÓN

23.7.1. ENFERMEDADES PRODUCIDAS POR HONGOS PARÁSITOS DE HERIDAS

23.7.1.1. ALTERNARIA.

23.7.1.2. PENICILLIUM EXPANSUM.

23.7.1.3. RHIZOPUS.

La contaminación de los frutos, con este tipo de parásitos, se produce fundamentalmente, a través de pequeñas lesiones en la piel, originadas durante la recolección, el transporte y la manipulación.

Entre los principales hongos de heridas podemos citar: Alternaria spp, Botrytis cinerea (ya vista), Monilia fructigena (ya vista), Penicillium expansum y Rhizopus nigricans.

 

23.7.1.1. ALTERNARIA

 

Bajo el nombre de Alternaria, se agrupan diferentes especies causantes de alteraciones en los frutos de pepita, citaremos: Alternaria tenuissima, Alternaria mali y Alternaria chartarum. Las diferentes especies de Alternaria, se pueden identificar fácilmente, a través del microscopio por sus fructificaciones.

Alternaria spp, es un parásito que ataca a los frutos tanto a nivel de heridas como a nivel lenticelar o carpelar.

 

Sintomatología

En todos los casos, el podrido debido a Alternaria, se caracteriza por un desarrollo lento.

 

- Sobre frutos en campo y normalmente, como consecuencia de heridas de diferentes orígenes, se forman manchas de forma irregular y contornos definidos, de un color marrón oscuro a negro, color y forma, que son comunes en el caso de podredumbre lenticelar. La diferencia entre estas podredumbres lenticelares y las debidas a Alternaria, es que, en el caso de Alternaria, las manchas son circulares, negras y de forma regular.

- Sobre frutos en conservación, también la forma del podrido, es irregular, de contornos bien delimitados y en ambientes con suficiente humedad, se puede observar un crecimiento micelar, de color marrón oscuro, que es el portador de las conidias pluricelulares características. A nivel de carpelos la infección se produce a través del conducto calicino, formándose un crecimiento micelar de color negro.

Propagación.

Bajo la forma de micelio y de esporas, Alternaria se conserva sobre las hojas, ramas, etc. produciéndose la contaminación en el campo a través de:

- Heridas.

- Lenticelas.

- Cubeta peduncular.

- Cubeta calicina.

En algunas ocasiones, llega a desarrollarse como parásito secundario, con diferentes daños fisiológicos. Si las esporas, alcanzan las logias carpelares, producen la podredumbre del corazón.

Medidas profilácticas.

Si durante la floración, se producen lluvias abundantes, es necesario realizar tratamientos químicos, para evitar problemas posteriores.

Los tratamientos en balsa, favorecen la penetración de esporas a través del conducto calicino, llegando a las cavidades carpelares, por lo que deben evitarse.

La conservación en atmósfera controlada, ralentiza considerablemente el desarrollo del hongo.

Alternaria spp, ataca tanto a peras como a manzanas.

 

    

 

23.7.1.2. PENICILLIUM EXPANSUM.

 

Conocido como podredumbre verde, es un parásito de heridas en conservación. Es un hongo muy extendido, siendo el que más daños produce en la actualidad. Ataca tanto a manzanas como a peras.

 

Sintomatología.

La enfermedad se inicia, con manchas marrones difuminadas, que originan una podredumbre muy húmeda, en la que la pulpa se reblandece, hasta el punto de que se rompe al coger el fruto.

La zona afectada, se cubre de un micelio blanquecino, en forma de pequeñas masas algodonosas, que progresa a coloraciones verdes o verde-azuladas.

El podrido avanza hacia el interior del fruto, en forma cónica y es frecuente la apertura de grietas sobre la piel del fruto, a lo largo de las cuales se sitúan las fructificaciones del hongo.

La temperatura óptima para el desarrollo del hongo, se sitúa sobre los 10ºC, pero no se inhibe, ni a varios grados bajo cero.

 

Propagación.

La propagación de este hongo, se produce a través de esporas, muy abundantes en las Centrales, sobre todo en aquellas, en las que la limpieza y la desinfección, o no se realiza o se hace de forma deficiente.

Hay que evitar que los frutos podridos, permanezcan dentro de la Central, ya que el aire, disemina las esporas con mucha facilidad.

Las heridas sobre los frutos, son siempre, las responsables de la germinación de las esporas, que tienen una evolución rápida, en los primeros meses de conservación.

La formación de nidos de podrido, es frecuente en el caso de Penicillium, ya que un fruto afectado, contagia a los próximos y así sucesivamente.

Factores que favorecen el desarrollo.

- El tiempo frío, en el momento de la formación del fruto, aumenta la sensibilidad, a las infecciones internas del mismo.

- Los excesos de abonos nitrogenados, durante la primavera-verano.

- Las malas condiciones de almacenamiento.

- Los frutos gruesos y con un exceso de madurez.

- Los golpes y heridas producidos durante la recolección, el transporte y la manipulación.

- Las micro-heridas, debidas al resquebrajamiento de la piel, por estrés hídrico o cualquier fenómeno atmosférico.

Medidas profilácticas.

- Evitar, el exceso de los abonados nitrogenados en precosecha, sobre todo, los próximos a la recolección.

- Mantener el equilibrio N, P y K.

- Racionalizar los riegos.

- Cuidar la recolección de los frutos.

- Limpiar y desinfectar almacenes, cámaras frigoríficas, palots o cajas, que vayan a contener la fruta.

- Eliminar, antes de poner en las cámaras, todos aquellos frutos que muestren algún tipo de herida o infección.

 

23.7.1.3. RHIZOPUS.

 

Esta podredumbre, de desarrollo muy rápido, es generada por Rhizopus nigricans que en los lugares en los que se manifiesta, puede provocar daños muy graves. Es un hongo básicamente de heridas, aunque dada su virulencia, en algunos casos, cabe la posibilidad de considerar las lenticelas como vía de ataque.

La temperatura óptima para su desarrollo, se sitúa entre los 23 -26ºC y su temperatura límite es 6ºC.

 

Sintomatología.

- Los tejidos atacados, pierden toda su consistencia y al tocarlos se deshacen.

- La podredumbre es de color marrón claro, acuosa y algo traslúcida.

- Los frutos atacados, desprenden un fuerte olor a fermentación y forman “nidos” rápidamente, ya que los líquidos desprendidos, contaminan los frutos próximos.

- Las fructificaciones, presentan en primer término, una apariencia de moho, en el que cada filamento lleva en su extremo una cabezuela, que en principio es blanca y luego adquiere una coloración negra.

- Este hongo, ataca fundamentalmente a frutos maduros.

 

Propagación.

Al ser un parásito de heridas, su propagación se realiza a través de las mismas, a partir de inóculos, normalmente esporas, que hay en todos las Centrales, en las que no se cuida la limpieza y la desinfección.

Es, por otra parte, un hongo, que produce un podrido tan blando, que la descomposición líquida, pasa de un fruto a otro y de una caja o palot al siguiente.

 

Medidas profilácticas.

Por ser un parásito de heridas, todas las acciones que tiendan a reducirlas, reducen la incidencia del hongo.

Cuidar especialmente, las zonas, maquinarias y envases de la Central que hayan sido utilizados para la campaña del melocotón.

 

Nota: ni benzimidazoles ni imidazoles, son activos contra este hongo. Los fenoles, ortofenil fenol en fumígeno y ortofenil fenato sódico en líquido, se muestran activos para el control de este problema.

 

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