El fruto de los cítricos es,
botánicamente, un hesperidio con una corteza exterior flexible y
dividida interiormente en segmentos (gajos). El tamaño del fruto es
variable, dependiendo de los factores climáticos, edáficos y culturales,
incluso dentro de la misma variedad.
Las formas de los frutos cítricos pueden
ser: globosa, achatada, ovoide, piriforme, etc. El número de segmentos
es variable y puede conocerse desprendiendo suavemente la “roseta” del
pedúnculo y contando los pequeños apéndices situados en el círculo que
deja ésta.
El fruto al cortarse de forma transversal
nos permite distinguir:
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- La corteza, compuesta por el flavedo
(parte más externa y coloreada) y el albedo (parte más interna y de
color blanco).
-
- Los segmentos, que contienen vesículas
de zumo y las semillas, en el caso de que las haya. Los segmentos están
separados unos de otros por las membranas celulares.
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- Corazón o eje central.
Agustí
et al., 2003
1) COMPOSICIÓN QUÍMICA
2) DESARROLLO FISIOLÓGICO
3) FISIOLOGÍA DE LA RESPIRACIÓN
4) MADURACIÓN DE LOS FRUTOS
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