La producción de fruta de calidad se basa fundamentalmente,
en un aspecto atractivo de la fruta, una buena calidad interna y que esa
calidad se mantenga en períodos de conservación, lo más extensos posible.
El suministro de los nutrientes, tanto en macro-elementos,
como en micro-elementos, dentro de los límites adecuados para cada variedad,
es necesario para obtener un mínimo de calidad.
La nutrición mineral del árbol afecta directamente a la
composición del fruto y para bien o para mal a su conservación. Esta
nutrición mineral se efectúa mediante las sustancias nutritivas del suelo y
el aporte externo, con el abonado del suelo o las aplicaciones foliares.
Los correspondientes análisis foliares nos indicarán, las
cantidades de macro elementos y micro elementos, que deben suministrarse al
árbol (en función de la variedad, la cantidad de cosecha, etc.) por vía
suelo o por vía foliar.
Se vuelve a dar a la materia orgánica, la importancia que ha
tenido, como factor de equilibrio nutricional para una buena conservación.
El componente amoniacal, de los purines mal utilizados, provoca en los
árboles, un vigor excesivo y prolongado y es la consecuencia directa, de una
deficiente disponibilidad, de Ca en el fruto, con la consiguiente:
-
Presencia
de “Bitter Pit”.
-
Reducción
del color del fruto, ya que la clorofila persiste más tiempo en él.
-
Disminuye
la dureza de la pulpa.
-
Aceleran
el metabolismo.
-
Los frutos
son más sensibles, a podredumbres y alteraciones fisiológicas.
El fruto, para un desarrollo normal, necesita que haya un
equilibrio entre los macro elementos N, P y K, sin olvidar el Ca, y entre
los micro elementos, podemos citar, hierro (Fe), boro (B), cinc (Zn),
magnesio (Mg), etc.
Cuando algunos de los minerales esenciales, se encuentran
por debajo del mínimo, que el árbol necesita, es cuando aparecen las
carencias, que en función de lo elevadas que sean, la respuesta del árbol
irá, desde una clorosis foliar, a otros problemas mucho más preocupantes,
para la vida del propio árbol.
Por otra parte, cuando nos pasamos, en el suministro de un
elemento determinado, este llega a ser tóxico y los árboles, muestran
síntomas de toxicidad.
Para cada elemento esencial, en la alimentación del árbol,
hay un máximo y un mínimo, que determinan, el umbral de toxicidad y
carencia.
Cuando alguna de las funciones de algún elemento, presente
alteraciones en la plantación, sin llegar a los niveles de carencia, estamos
en una insuficiencia de dicho elemento.
Para designar niveles nutricionales de cualquier elemento,
nos moveremos entre la deficiencia (carencia), suficiencia y exceso
(toxicidad).
Estos niveles nutricionales, se determinan mediante análisis
foliares o de frutos.
Para evaluar la situación de una plantación, se recogen 1-2
hojas por árbol, del centro de los vástagos del año, hasta un mínimo de 100
hojas, y si se trata de frutos, deben recolectarse un mínimo de 10 frutos,
que deben congelarse-desecarse para facilitar la pulverización.
Entre los
elementos minerales más importantes, en la nutrición de los árboles, podemos
significar los siguientes:
El nitrógeno, afecta al desarrollo del árbol, a la formación
de yemas florales y al tamaño del fruto.
Carencia de
“N” en Manzano |
El desarrollo de los árboles, está directamente relacionado
con la cantidad de N que se aplica. La deficiencia de este elemento provoca:
-
Reducción
del tamaño de las hojas.
-
Una
coloración más pálida, debida a la destrucción de los cloroplastos, de
las hojas, llegando a provocar su caída.
-
Reducción
de la relación copa/raíces.
-
Disminución de la amplitud y altura de los árboles.
-
En la
madera, a veces, aparecen coloraciones rojizas.
-
En los
frutos, los problemas de metabolismo, conllevan una menor disponibilidad
de productos asimilables, por lo que la cosecha es menor, los frutos más
pequeños y la conservación de los mismos más corta.
Los niveles elevados de N, pueden tener efectos negativos,
sobre todo en las plantaciones jóvenes, ya que retrasan, tanto la floración
como la formación de yemas.
En MANZANO, analizando la materia seca de las hojas del centro de
los vástagos a mediados de julio, tendremos:
-
Deficiencia de N, si el
nivel de este elemento es <1.4%.
-
Insuficiencia, si el nivel
es 1.4-1.7 % de N.
-
Suficiencia, si tenemos un
1.8-2.3%.
-
Exceso, si hay una
cantidad >2.4%.
En PERAL habrá:
-
Deficiencia, si el nivel de N es <1.4%.
-
Insuficiencia, del 1.5-2% de N -Suficiencia, 2.1-2.5%.
-
Exceso
>2.6% de este elemento.
Generalmente los árboles, no acusan deficiencias de N, que
sean visibles, hasta que no aparece, el color verde típico en las hojas,
propio de la alteración.
En caso de carencia de N, en condiciones normales:
-
Se debe
realizar una buena gestión, de los nutrientes nitrogenados
-
Si la
plantación necesitase altas dosis de N, es preferible el fraccionamiento
en 2-3 veces, para optimizar los aportes.
-
Si la
plantación tiene una elevada producción, se deben realizar aportes por
vía foliar.
Favorecen la aparición de esta carencia:
-
Los
abonados mal equilibrados
-
La mala
gestión del riego, en suelos arenosos
-
En las
plantaciones jóvenes, los suelos con hierbas.
Un contenido elevado de N en el fruto, no favorece la
conservación de los frutos y el exceso, ayuda a la aparición de ciertas
enfermedades durante la misma, como el escaldado blando (Golden), el
escaldado en Golden Delicious, las podredumbres lenticelares, frena la
síntesis de pigmentos rojos y se sabe, que las zonas antociánicas,
permanecen durante largo tiempo indemnes el escaldado.
En cuanto al “Bitter Pit”, el N tiene una
acción indirecta, ya que favorece el incremento de la relación hojas/frutos
y existe una competencia por el Ca, entre las hojas y los frutos y una parte
de este elemento, puede pasar del fruto hacia las hojas, durante la
vegetación.
Un exceso de N, acelera la respiración, lo cual significa,
que se acelera el metabolismo del fruto, con lo que se reduce su capacidad
de conservación, se aumenta el índice de madurez y el riesgo de escaldado.
También el exceso de N, aumenta los calibres, lo cual
provoca una dilución de los niveles de Ca, pérdidas de coloración e
incrementa la sensibilidad de los frutos, a enfermedades de conservación y a
la deshidratación.
La forma en la que se suministre el N, así como la fecha de
aplicación, son muy importantes, ya que la aplicación de N antes de la
recolección produce:
-
Disminución de color.
-
Menor
dureza de la pulpa.
-
Manifestación precoz de “Bitter Pit”.
-
Mayor
capacidad de deshidratación.
-
Menor capacidad de conservación.
-
Mayor
sensibilidad a las podredumbres.
El N, puede aportarse en forma de nitratos o en forma
amoniacal, aunque aportado en exceso, presentan problemas antagónicos con
el K y al Ca, aumentando la sensibilidad de los frutos al “Bitter
Pit”, por lo cual debe evitarse su aportación durante el período en el
cual el fruto, se está enriqueciendo de Ca, es decir entre 6-8 semanas
después del cuajado.
La forma amoniacal, puede ayudar a la absorción del fósforo.
Los niveles normales en fruto de N, oscilan entre 60-90 mg/100g.
El fósforo, mantenido a un nivel suficiente, limita los
riesgos de accidentes de conservación. Existe una relación directa, entre el
tamaño de las células, la intensidad respiratoria y las alteraciones de
origen fisiológico, y en todas ellas influye, el contenido en P del fruto,
impidiendo su desarrollo.
El P, actúa sobre la multiplicación celular, así como en la
composición de las membranas celulares.
Carencia de
“P” en Manzano. |
Fuente: CTIFL
El suelo con hierba, asociado al riego, mejora los
contenidos en P, respecto a suelos desnudos o con hierba discontinua, sobre
el suelo.
El fruto deficiente en P, aunque no es muy frecuente, se caracteriza por:
-
Textura
harinosa.
-
Cambios en
la senescencia.
-
Mayor
sensibilidad a las bajas temperaturas.
-
Y si se
asocia a una deficiencia de Ca, se favorece el pardeamiento y se acorta
el tiempo de frigo-conservación.
Una adecuada relación de P, da una notable resistencia, a
ataques de Gloesporium. Un contenido excesivo de P, produce alteraciones, en
la epidermis de manzanas Golden y Starking, conservadas en atmósfera
controlada.
Su papel en los frutos, no debe considerarse aislado, sino
en conjunción con el Ca y el Mg. Estos tres elementos, que se encuentran en
los frutos en distintas proporciones, según los años, condicionan la
sensibilidad del fruto, a ataques parasitarios y enfermedades.
Carencia de
“K” en Manzano |
Fuente: CTIFL
El K contribuye a:
-
Mejorar la
síntesis de azúcares
-
La
asimilación de la clorofila
-
Favorece
la coloración roja de los frutos
-
Favorece
el desarrollo del sabor
-
Aumenta la
acidez
-
Mejora la
calidad organoléptica
-
Reduce la
posibilidad de enfermedades durante la conservación y alarga la misma
Un exceso de K se traduce, en una elevada sensibilidad de
los frutos al desarrollo de podredumbres, escaldado, corazón marrón y altera
la senescencia.
La carencia de este elemento, aparece tanto en Manzano
como en Peral, siendo el asurado de las hojas, su síntoma más
visible.
Las hojas, pierden en un principio su color verde normal,
para dar paso a unas zonas húmedas, donde más tarde, se presenta la
necrosis.
En el caso del Manzano, se produce en las hojas, un
envejecimiento en el borde del limbo, y en el interior de la hoja, aparecen
estos síntomas más rápidamente.
El árbol, muestra un aspecto “tostado”, sin que se produzca
la caída de las hojas.
Sobre el Peral, los síntomas son análogos, pero más
visibles. Sobre el envés de las hojas, las necrosis tienen una coloración
más oscura, lo que provoca, la fragilidad del borde de las mismas.
Por medio del análisis, de la materia seca de las hojas,
podemos establecer tanto en Manzano, como en Peral, los niveles de:
-
Deficiencia, aparece cuando el potasio es <0.75% del peso de la materia
seca.
-
Insuficiencia, si el % se sitúa en un 1%.
-
Suficiencia, si el nivel está entre 1.5-1.8%.
Hay que resaltar, que con 1% de K, no se presentan síntomas
visibles, pero los frutos, no alcanzan su tamaño normal o no desarrollan, el
color de la variedad.
Favorecen la aparición de esta carencia:
-
Suelos muy
arcillosos relacionados con un alto poder de absorción
-
Suelos
arenosos muy ligeros, ya que fijan mal el potasio.
¿Cómo corregir esta deficiencia?
-
Actuando
rápidamente, a la aparición de los primeros síntomas
-
Aportando
al suelo K, en forma de nitrato potásico, que es una sal asimilable.
Si se realizan aportaciones foliares, deben ser de nitrato o
sulfato potásico.
Las necesidades de Ca en general, son más elevadas de lo que
se cree generalmente.
El Ca, se comporta como un regulador del metabolismo de los
frutos, si está presente en cantidad suficiente, ralentiza la respiración
del fruto, si por el contrario, la cantidad de Ca baja, la tasa respiratoria
aumenta.
Carencia de
“Ca” en árbol y fruto de Manzano. |
Fuente: CTIFL
El Ca, se encuentra como constituyente de las paredes
celulares, bajo la forma de pectato cálcico y juega un papel importante en
los intercambios, entre los dos lados de la pared celular, si el Ca se
sustituye por otro elemento (K o Mg), los compuestos orgánicos y las sales
minerales, contenidas en la célula, no tardan en pasar a través de la pared
celular.
Carencia de
“Ca” en Manzano. |
Fuente: CTIFL
La deficiencia de Ca, puede inducir una desorganización de
la célula y los contenidos elevados, favorecen la síntesis de ácidos
nucleicos y proteínas, en la célula.
El exceso de Ca, asegura el mantenimiento de la integridad
de las células del fruto, no solo por su acción sobre las membranas
celulares, sino también por la síntesis de proteínas, ralentiza la
respiración del fruto, retrasa su maduración y por tanto mejora su
conservación, aunque provoca, una acentuada pérdida de aromas.
Los frutos acumulan Ca, durante las primeras semanas que
siguen al cuajado, luego se encuentra diluido en la masa, durante el período
de multiplicación celular.
Entre las hojas y los frutos, se establece una competencia
por el Ca, un crecimiento rápido de las ramas del árbol, lleva consigo una
migración importante del Ca, hacia las hojas y una reducción en los frutos.
La absorción del Ca, está relacionada con la circulación de agua en la
planta.
La absorción de Ca, también tiene sus antagonistas, los más
importantes y mejor conocidos son K y Mg.
Por otra parte, el N en forma amoniacal, ejerce un efecto
depresivo sobre la acumulación de Ca en los frutos, mientras que el N
nítrico y la urea no influyen directamente en la absorción de Ca.
El Boro, favorece la movilidad del Ca en la planta y su
acumulación en los frutos.
Los síntomas de deficiencia de Ca sobre los frutos, son más
severas en los árboles, que han recibido fuertes abonados de N.
La carencia de calcio, repercute fundamentalmente, sobre el
comportamiento del fruto en su conservación, que se manifiesta por:
-
Una
conservación más corta, debido a la aceleración de su respiración.
-
Tendencia
al oscurecimiento de la pulpa del fruto, debido a la fragilidad de las
paredes celulares.
-
Una
sensibilidad acrecentada, al “Bitter Pit”.
La migración del Ca hacia los frutos, como se ha indicado,
se efectúa en un período muy corto (4-6 semanas), si sucede que durante este
tiempo, los frutos no han acumulado suficiente Ca, para una buena
conservación, es necesario, para remediarlo, las aplicaciones de Ca por vía
foliar, empleándose preferentemente, cloruro cálcico, ya que se muestra
menos fitotóxico y más eficaz, que el nitrato cálcico y, por otra parte, se
eliminan los problemas del nitrato de:
Hay que tener en cuenta, que al realizar estas aplicaciones,
es indispensable mojar directamente los frutos, ya que la absorción de Ca,
la realiza el fruto directamente.
Debido a su intervención, en el metabolismo celular, retrasa
la pérdida de dureza del fruto, por lo cual la senescencia del mismo se
alarga en el tiempo, confiriéndoles, una mayor resistencia, a las
podredumbres y a las alteraciones fisiológicas.
Por esta razón, es más práctico, limitar el N, que aumentar
el Ca, para corregir las deficiencias producidas por este elemento.
Factores que favorecen la carencia de Ca.
Entre los factores que favorecen la carencia de Calcio,
citaremos:
-
Plantaciones, con variedades sensibles a esta carencia.
-
Los frutos
de calibres gruesos, por efecto de la dilución.
-
Los
árboles jóvenes, ya que el Ca, es un elemento de poca movilidad en la
planta, como hemos comentado, y en caso de árboles jóvenes, se dirige
preferentemente, a los órganos en crecimiento.
-
Los suelos
arenosos, mal equilibrados.
-
Riegos
irregulares.
-
Exceso con
abonos nitrogenados y potásicos.
-
En
general, todo abonado, que aumente la relación (K+Mg)/Ca.
Ayudas para su corrección:
-
Abonados
cálcicos de mantenimiento, cada 2-3 años en suelos ácidos.
-
Gestión de
los aportes de agua.
-
Pulverizaciones foliares a base de sales de Ca, desde el estadio I,
hasta la proximidad de la recolección.
Problemas más importantes asociados a la carencia de Calcio.
Entre los problemas más importantes, originados por la
carencia de Calcio, citaremos:
·
MANCHAS DE
CORCHO.
-
En todos los
frutos, durante su crecimiento, hay dos “tiempos” muy importantes, el
de la división celular y el del crecimiento celular.
-
La
multiplicación, sin entrar en detalles, consiste, en la división de una
célula, cada una de estas, en otras dos y así sucesivamente, hasta que este
“tiempo” acaba y comienza el “tiempo” de crecimiento.
-
Como resultado
de esta división celular, la célula original, queda reforzada con membranas
internas y estos tejidos endurecidos, se rompen y a veces se oscurecen,
produciendo unas manchas suberizadas, siempre en la pulpa del fruto.
-
Las células de
la zona afectada, no se agrandan durante el crecimiento celular, y por
consiguiente en el fruto, se origina una ligera depresión, sobre la
superficie del mismo.
-
Como
consecuencia de la elevada actividad metabólica del fruto en crecimiento, y
por consiguiente, en los tejidos que rodean en estas manchas, se forman
antocianinas prematuramente en la piel de las manzanas y las áreas
deprimidas, se vuelven de un color rojizo.
-
Este color
rojizo, no se produce en las peras.
·
AGRIETADO.
-
Las membranas
celulares, con bajo contenido en Calcio, son espesas y no tan elásticas como
las de los frutos sanos.
-
Como
consecuencia, después de riegos o lluvias intensas, el fruto se “llena”
de agua, y si la presión interna supera la resistencia de la piel, se
produce el agrietado del fruto.
-
Si las grietas
son profundas, la deficiencia en Ca es severa, y si son generalmente
superficiales, la deficiencia es de grado medio.
·
LENTICELAS EN
RELIEVE.
-
Habitualmente
uno de los primeros síntomas de la insuficiencia de Calcio en las manzanas,
es la presencia de lenticelas anormalmente resaltadas.
-
No se conoce la
causa de esta alteración, que aparece especialmente en plantaciones con
frutos amarillos.
-
Las lenticelas,
son un buen indicador de la insuficiencia de Calcio, de tal forma, que a
través de ellas, cualquier persona experimentada, en el análisis de Calcio
en el fruto, puede estimar el contenido en Ca del mismo, por examen visual
de las lenticelas.
·
RADIACIÓN
SOLAR.
-
Algunas
variedades, son más sensibles que otras a la acción de los rayos del sol,
pero todas, sufren decoloraciones, si el contenido en Calcio es bajo.
-
Para evitar la
quemadura solar, se debe mantener un buen equilibrio, hojas-frutos, en
función, de que las variedades sean amarillas o rojas.
-
Si la exposición
es intensa, los tejidos del fruto pierden agua hasta que se colapsan las
células, y los tejidos subyacentes a la piel se oscurecen. Los frutos que se
encuentran en ramas colgantes, son más susceptibles a este problema.
·
COLAPSO DE
LOS TEJIDOS.
-
Cuando los
frutos están próximos a la recolección, aparecen depresiones en las
manzanas, e incluso en el árbol.
-
Esta alteración,
está, también, asociada a los bajos niveles de Calcio en el fruto.
-
El colapso de
los tejidos, puede aparecer a principios de agosto, si el contenido de
Calcio en el fruto es muy bajo, pudiéndose considerar, al Ca, como el
verdadero causante de esta alteración.
·
MADUREZ
PRECOZ.
-
Suele
mencionarse, que las manzanas e incluso las peras, producen etileno
prematuramente y maduran antes, si la concentración de Ca en los frutos es
baja, lo cual, puede ser importante en variedades, que maduran en verano y
que requieren varias pasadas, para su recolección.
-
Cuando estos
campos se recolectan, hay frutos amarillos y verdes en el mismo árbol, la
diferencia del contenido en Ca, entre unos frutos y otros, puede ser
considerable, hasta el punto de que los frutos verdes, pueden tener, dos
veces la cantidad de Calcio, que tengan los amarillos.
Los microelementos se caracterizan por su presencia en los
vegetales, en muy pequeñas cantidades. Estos microelementos u
oligoelementos, son absolutamente indispensables, para que las plantas
vegeten y produzcan frutos de calidad. Una carencia de boro o cinc, es tan
nefasta como una de potasio.
La importancia de los oligoelementos se debe a que entran a
formar parte de los diferentes enzimas del vegetal. Como ejemplos citaremos,
que el hierro cataliza las reacciones de transporte de energía, el cobre es
necesario para la respiración, el cinc entra en los procesos de formación de
hormonas de crecimiento (auxinas), etc.
La carencia de Mg, puede observarse en todo tipo de suelos.
Los síntomas de la carencia aparecen, a partir del fin de la
primavera y a mediados de verano. Afectan en primer lugar, a las hojas más
viejas, debido a la movilidad del Mg, que en caso de deficiencia, puede ser
transportado de las hojas viejas a las más jóvenes, por ello, aquellas se
desprenden antes del árbol.
Carencia de
“Mg” en Manzano - Fuente: CTIFL. |
La manifestación de la carencia, produce en primer lugar,
decoloraciones en el borde de la hoja, después, avanza hacia el interior,
produciendo simétricamente en el nervio principal de la hoja, cambios de
pigmentación.
Las fuertes carencias, pueden afectar al calibre del fruto,
y a la calidad gustativa del mismo.
En ciertos casos, puede producirse una caída de frutos, en
las proximidades de la recolección.
Las hojas con deficiencia de Mg, acumulan almidón y los
carbohidratos, no llegan a los frutos, por lo cual, estos son más pequeños.
Entre los factores que favorecen la carencia de Magnesio,
citaremos:
-
Los
desequilibrios entre la fertilización potásica y magnésica.
-
Las
fuertes lluvias, seguidas de altas temperaturas.
-
Los suelos
muy arenosos.
Sistemas de corrección.
-
En
terrenos ácidos, realizar enmiendas cálcico-magnésicas.
-
Aportar el
Mg, en forma de sulfato y racionar los abonados de potasio.
-
Mantener
el equilibrio Mg-Ca.
-
Realizar
las pulverizaciones foliares con sulfato o nitrato magnésico.
-
El umbral
de carencia en % de materia seca, es para manzanos 0.15% y para perales
0.13%, y la suficiencia entre 0.25-0.30% para manzanos y 0.30-0.36% para
perales.
Un nivel adecuado de magnesio contribuye al mantenimiento de
agua en el fruto durante la conservación. El magnesio, se considera un
elemento que favorece el Bitter Pit, sobre todo en los árboles con bajo
contenido en calcio, del que el magnesio, se puede considerar como
antagonista.
El magnesio interviene en otro tipo de problemas en los
frutos como:
Alrededor del 80% del hierro de las plantas, se localiza en
los cloroplastos, las carencias de hierro, aparecen principalmente en suelos
calcáreos.
Carencia de
“Fe” en Manzano - Fuente: CTIFL. |
Dos o tres meses después del desborre, las hojas jóvenes, de
la extremidad de los brotes palidecen, posteriormente se vuelven amarillas,
y si la clorosis es muy intensa, blancas.
La deficiencia, puede ser causada, por bajos niveles de Fe
en el suelo o inducida por los iones bicarbonato, en suelos de pH elevado o
en el agua de riego, lo cual hace que el Fe, no esté disponible por las
raíces.
Las deficiencias graves, causan manchas necróticas en las
hojas en general, ya que la clorosis comienza, como hemos dicho, por las
hojas jóvenes, pero continúa con las de más edad.
En los suelos calcáreos, cuando la humedad de los mismos y el
nivel de bicarbonato, aumenta con la lluvia, las hojas recién formadas, se
vuelven cloróticas por deficiencia de hierro, inducida por el bicarbonato.
La formación del ión bicarbonato, necesita Ca, CO2
y agua del suelo, por lo que los síntomas de deficiencia, aparecen o después
de lluvias o en los lugares donde el agua es más abundante.
En el caso de los árboles, en los que las clorosis se
repiten, el crecimiento es más débil, la floración reducida y los frutos de
menor calibre.
Entre los factores que favorecen la clorosis férrica,
citaremos:
-
Los
terrenos calcáreos, con suelos húmedos mal drenados
-
El riego
con aguas calcáreas
-
Desequilibrio de la fertilización, como: exceso de fosfatos, déficit de
potasio y exceso de cobre o zinc en el suelo.
Sistemas de corrección.
-
Elegir los
patrones, mejor adaptados a esta carencia
-
Utilizar
preferentemente quelatos de hierro tipo EDDHA o EDDHMA en suelos con pH
elevado, teniendo en cuenta, que si estos quelatos se aportan con el
riego, se puede reducir la dosis de los productos.
-
Los
aportes de hierro por vía foliar, pueden hacerse con quelatos del tipo
EDTA o DTPA y en caso de fuerte clorosis, realizar aportes al suelo. El
contenido en Fe, que marca la suficiencia, se sitúa entre 80-150 ppm.,
para el manzano y entre 80-200 ppm., para el peral.
El Boro, es el oligoelemento, junto con el Fe, cuya carencia
es más frecuente.
Carencia de
“B” en Manzano - fuente: CTIFL. |
Los síntomas más interesantes son:
-
Anulación
progresiva de las yemas, y oscurecimiento y desecación de los ramos
florales.
-
Las hojas
jóvenes, cloróticas y necrosadas, se deforman
-
El
desecamiento de los brotes, se produce de arriba hacia abajo.
-
Sobre los
frutos jóvenes, la piel, se convierte en rugosa, después se agrieta y se
deseca, contribuyendo a una parada del crecimiento.
-
A veces,
se produce, un alargamiento anormal del pedúnculo
-
La
formación de corcho, en profundidad, con presencia o no de cavidades, en
la superficie del fruto
-
Puede
producirse, en todos los estadios del desarrollo del fruto
-
En algunas
variedades, el agrietamiento se forma alrededor del pedúnculo.
Los manzanos y perales responden al Boro con una serie de
síntomas:
-
Si el Boro
está en exceso (60-70 ppm.), sobre peso de materia seca, el fruto puede
madurar y caer prematuramente.
-
Con 25
ppm. de Boro, hay insuficiencia y la traslocación del Ca, se ve
perjudicada.
La concentración normal de Boro, en hojas situadas en la
zona media de los vástagos del manzano, a mediados de julio, es de 35-50
ppm. sobre peso de materia seca.
Carencia de
“Boro” en Manzano - Fuente: CTIFL. |
Cuando la concentración de Boro, se sitúa entre 14-21 ppm.,
aparecen manchas de color pardo, dentro de la zona del corazón del fruto,
las partes afectadas, cesan de crecer y el fruto se deforma.
Si la concentración de Boro es < de 12 ppm., las partes
vegetativas del árbol, también se ven afectadas, los entrenudos son cortos y
las hojas forman “rosetas”.
Carencia de
“Boro” en Manzano - Fuente: CTIFL. |
En perales, cuando la deficiencia se sitúa alrededor
de 17 ppm., las flores se marchitan y parecen infectadas por Pseudomonas
syringae.
Para prevenir esta alteración, son más eficaces las
pulverizaciones con Boro en otoño, que en primavera, aunque la aplicación de
Boro al suelo, es necesaria para resolver este problema.
Carencia de
“Boro” en Manzano - Fuente: CTIFL. |
Entre los factores que favorecen la carencia de Boro,
citaremos:
-
Suelos con
pH elevado o suelos ligeros y ácidos, donde el Boro es arrastrado por
lavado
-
Excesos
climáticos de primavera y anomalías de riego, por mala distribución de
agua.
-
A veces,
el exceso de Nitrógeno
Sistemas de corrección.
-
Durante el
invierno, aportaciones al suelo de sales de Boro
-
Aplicaciones foliares, de forma sistemática de sales de Boro.
Nota: Una buena alimentación a base de Boro, favorece la
movilidad del Calcio y se disminuyen de esta forma, los problemas de “Bitter
Pit”.
El síntoma más característico de la deficiencia de Zinc,
tanto en manzano como en peral son las hojas en “roseta”, el peral, es más
sensible a esta carencia.
Las hojas son pequeñas, estrechas, moteadas y arracimadas en
el ápice de los vástagos, la formación de “rosetas”, es más fácilmente
reconocible, durante la primera parte del crecimiento.
El estrechamiento de las hojas terminales, es el mejor
indicador de una deficiencia incipiente.
Si el contenido en Zn, es de 25 ppm. en la materia seca, las
hojas muestran la deficiencia en Zn, con un color verde o amarillo, si están
expuestas al sol, pero a la sombra, pueden tener un color normal.
Esta deficiencia, también produce, clorosis internervial.
Carencia de
“Zn” en Manzano - Fuente: CTIFL |
Favorecen esta deficiencia:
-
Suelos
arenosos o ácidos, pobres en Zinc.
-
Suelos
calcáreos o con reacción alcalina.
-
Suelos con
elevado contenido en Calcio.
-
Suelos con
elevado contenido en Fósforo, ya que se forma fosfato de Zinc, que no es
asimilable.
Sistemas de corrección.
Aplicaciones foliares, a base de sulfato u óxido de Zinc, al
principio de la vegetación, después de la floración y sobre todo justo
después de la recolección, ya que favorece las reservas de Zn.
La aplicación de fungicidas, conteniendo Zn puede bastar,
con frecuencia, para prevenir esta carencia.
Los síntomas de la carencia de manganeso sobre las hojas,
producen generalmente, decoloraciones internerviales y en el borde de la
hoja, dejando aparecer, bandas verdes a ambos lados de los nervios.
Carencia de
“Mn” en Manzano - Fuente: CTIFL. |
Comienzan los síntomas, con las hojas más viejas en la base
de las ramas. Con frecuencia esta carencia, está asociada, a una deficiencia
de Zn. Los frutos, procedentes de plantaciones, con deficiencia de
Manganeso, tienen calibres más pequeños.
El nivel normal de Mn, en la zona media de los vástagos a
mediados de julio, es de 80-85 ppm. sobre peso de materia seca.
En caso de deficiencia grave, puede, en determinadas
ocasiones, producir una gran defoliación.
Puede presentarse, una toxicidad al Mn en suelos ácidos,
especialmente, con las variedades Delicious y Jonathan.
Los tejidos afectados, pueden tener eventualmente niveles de
Mn del orden de 500 ppm.
A estos niveles, se produce absorción precoz de las hojas,
desarrollo reducido de las yemas florales y necrosis interna de la corteza.
Los factores que favorecen la deficiencia de Mn son:
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Suelos
ligeros y ácidos donde el Mn ha sido lixiviado (lavado).
-
En suelos
fuertemente encalados.
-
Suelos
asfixiantes y fríos.
-
Suelos con
baja alimentación potásica, que limita la asimilación
Sistemas de corrección.
Los aportes de Mn al suelo, son ineficaces.
-
Las
pulverizaciones foliares al desborre o después de la caída de pétalos,
con sulfatos u óxidos de Manganeso, dan buenos resultados.
-
La
utilización de fungicidas, conteniendo Manganeso, basta, con frecuencia,
para prevenir esta carencia.
Entendemos por factores de calidad asociados al árbol:
Las diferencias de comportamiento de frutos provenientes de
distintas partes del árbol, son el resultado de numerosas interacciones,
como el sombreado del fruto, su temperatura, su inclinación respecto a la
luz, la edad de la madera en la que se encuentra, zona del árbol, etc.
Estudios experimentales han demostrado esta influencia de la
posición de los frutos, sobre las alteraciones después de la conservación.
Se ha constatado, que los frutos de la corona del árbol, son
más gruesos, más coloreados y de madurez más rápida y después de la
conservación, parecen menos sensibles al oscurecimiento del corazón y más al
desarrollo de “Bitter Pit” y podredumbres.
De forma general, los frutos mejor expuestos a la radiación
solar, son más gruesos, con mejores colores y menos sensibles al
marchitamiento, que los frutos situados en la sombra. El contenido en
materia seca y en potasio es más elevado y su contenido en calcio y
nitrógeno, es más débil.
La poda incide, sobre el crecimiento vegetativo, la
fructificación provocando además una modificación en la relación de nº hojas
/ nº frutos. Con 40 hojas/fruto en Golden, se considera que el fruto,
alcanza una calidad organoléptica de buena a superior.
Entre el brote vegetativo y los frutos, existe una
competición, por la alimentación, tanto en agua como en elementos minerales,
y ello puede conducir a incidencias como la aparición de “Bitter
Pit” o la “vitrescencia”.
La poda, es la operación, con mayor influencia en la calidad
de la fruta, con una poda racional, se mejora la iluminación, se incrementa
el color y el contenido en materia seca. La poda excesivamente enérgica,
reduce sensiblemente el número de frutos y vigoriza la vegetación
provocando:
-
Un efecto
negativo sobre la calidad y la conservación,
-
Aumento de
la caída de frutos,
-
Disminución de dureza de la pulpa,
-
Aparición
de “vitrescencia”,
-
Arrugamiento precoz, de la piel del fruto,
-
Mayor
facilidad a la descomposición,
-
Mayor
manifestación de “Bitter Pit”.
La poda puede realizarse en parada vegetativa (invierno) o
en verde (verano), también puede realizarse en un mismo árbol, los dos
tipos. La poda en verde favorece el “Bitter Pit”.
Los árboles jóvenes, se caracterizan por un fuerte
crecimiento vegetativo y una producción débil, que normalmente está sujeta,
a diversas enfermedades durante el almacenamiento. A medida que la
producción aumenta y se hace más regular, el vigor disminuye, lo cual
contribuye a una mejor aptitud para la conservación.
Los árboles viejos, por el contrario, tienen más problemas
de podredumbres lenticelares, debidas al desarrollo de chancros sobre las
ramas.
Las manzanas que provienen de árboles injertados, sobre
porta-injertos débiles, parecen menos sensibles al “Bitter Pit”,
que aquellos, en que el injerto se hace sobre porta-injertos vigorosos.
Generalmente, se admite, que los frutos procedentes de porta-injertos
débiles, maduran antes que los frutos que proceden de porta-injertos
vigorosos.
Una buena polinización favorece que el número de pepitas sea
elevado, lo cual provoca sobre el fruto diversas influencias:
En cuanto al comportamiento de los frutos en conservación,
la influencia de las semillas sobre la pérdida de agua del fruto, es algo
que hay que señalar. Las manzanas pierden más cantidad de agua durante la
conservación, en tanto en cuanto, el número de semillas es menor y menos
vigorosas son éstas.