Existen numerosos desórdenes fisiológicos, que pueden aparecer en los
frutos durante su conservación, algunos de ellos, están estrechamente
ligados a las condiciones climáticas , otros, a los métodos culturales,
los hay que aparecen, como consecuencia de la estancia de los frutos en
la central y los más frecuentes suelen ser debidos a accidentes, que
tienen lugar durante la conservación, si las condiciones son adecuadas
para una determinada variedad.
Estos desórdenes, en
general, pueden afectar a la piel, o a la pulpa del fruto, en el primer
caso, son siempre visibles exteriormente, y en el segundo, suelen ser
visibles al exterior en los últimos estadios.
La determinación de alguna
de estas alteraciones fisiológicas, es a veces difícil, debido a que un
mismo problema, puede presentarse de formas diferentes.
Analizaremos las más
importantes, por orden alfabético.